Los dispositivos móviles son una herramienta esencial en la vida diaria, tanto personal como profesional. Sin embargo, su uso sin medidas de seguridad adecuadas puede convertirlos en una puerta de entrada para amenazas digitales. Este boletín ofrece recomendaciones prácticas para protegerlos y destaca el papel clave de los sistemas MDM (mobile device management) en la gestión segura de estos dispositivos.
¿Por qué debemos proteger nuestros móviles?
Porque en ellos almacenamos información sensible: correos, credenciales, datos clínicos, fotografías, documentos, accesos a sistemas corporativos… Un dispositivo comprometido puede facilitar el robo de identidad, el acceso no autorizado a redes internas o la suplantación de usuarios.
Recomendaciones básicas para un uso seguro
La Oficina de Seguridad del Servicio de Salud ha publicado diversos boletines que respaldan las recomendaciones siguientes:
Una de las medidas más básicas y efectivas es utilizar contraseñas robustas, combinadas con sistemas de desbloqueo biométrico como la huella dactilar o el reconocimiento facial. Para ello, el Boletín nº 69 ofrece pautas claras sobre cómo crear contraseñas seguras y evitar combinaciones predecibles.
Otra práctica esencial es mantener el sistema operativo y las aplicaciones actualizadas, ya que las actualizaciones corrigen vulnerabilidades que pueden ser explotadas por ciberdelincuentes. Este aspecto se aborda en el Boletín nº 19, que destaca la importancia de mantener los dispositivos al día.
También conviene revisar los permisos que concedemos a las aplicaciones. Muchas solicitan acceso innecesario a nuestros datos, lo que puede representar un riesgo. Limitar estos permisos ayuda a proteger nuestra privacidad y reducir la exposición a amenazas.
Un punto crítico es el uso de redes Wi-Fi públicas, que pueden ser utilizadas para interceptar datos si no se toman precauciones. Para minimizar riesgos, el Boletín nº 133 recomienda el uso de VPN al conectarse en entornos públicos.
Finalmente, activar el cifrado del dispositivo es una medida eficaz para proteger la información en caso de pérdida o robo. El Boletín nº 54 explica cómo habilitar esta función y los beneficios que aporta a la seguridad.
¿Qué es un sistema MDM y cómo ayuda?
Un sistema MDM (mobile device management) permite a las organizaciones gestionar de manera centralizada los dispositivos móviles que acceden a sus recursos. Esto incluye:
- Aplicación remota de políticas de seguridad.
- Instalación y actualización de aplicaciones corporativas.
- Control de acceso a datos sensibles.
- Localización, bloqueo o borrado remoto de dispositivos.
- Separación de datos personales y corporativos (BYOD).
Gracias al MDM, se garantiza que todos los dispositivos cumplan con los estándares de seguridad definidos, para reducir el riesgo de brechas y facilitar la respuesta ante incidentes.
¿Y en el entorno sanitario?
En hospitales y centros de salud, donde la movilidad es clave y la información es altamente sensible, el uso de MDM es especialmente relevante. Permite proteger datos clínicos, garantizar la trazabilidad de accesos y asegurar que los dispositivos móviles utilizados por el personal cumplan con las normativas de seguridad.
¿Qué podemos hacer como usuarios?
La seguridad digital no depende únicamente de herramientas técnicas; comienza con nuestras propias decisiones. Como usuarios, es esencial conocer y cumplir las políticas de seguridad de la organización, como las recogidas en el Boletín nº 132, que establece buenas prácticas en el uso de tecnologías de la información.
Una medida clave es evitar la instalación de aplicaciones no autorizadas. Aunque algunas puedan parecer inofensivas, pueden contener vulnerabilidades o comportamientos ocultos que comprometan la seguridad del sistema. Sobre este punto, el Boletín nº 19 advierte específicamente sobre los riesgos de instalar aplicaciones que no provengan de tiendas oficiales.
En caso de pérdida, robo o comportamiento sospechoso, es fundamental reportar el incidente de manera inmediata para activar medidas de protección como el bloqueo o borrado remoto. Para ello, la organización dispone de un procedimiento claro, descrito en el Boletín nº 82, que explica cómo gestionar incidentes de seguridad.
Por último, adoptar una actitud proactiva marca la diferencia. La concienciación y la formación continua convierten al usuario en una barrera eficaz contra las amenazas digitales, tal y como se subraya en el Boletín nº 128, dedicado a la importancia de la capacitación en ciberseguridad.
