Desimplementación de prácticas de bajo valor

Dale valor a la salud. Desimplementación de prácticas de bajo valor

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

¿Qué son las prácticas de bajo valor? 

Las prácticas de bajo valor son pruebas, tratamientos o intervenciones que no aportan mejoras reales a la salud de los pacientes y que, a veces, pueden ser perjudiciales. 

 

¿Cuántas prácticas son realmente útiles? 

Solo 6 de cada 10 intervenciones médicas son de alto valor. El resto pueden ser innecesarias o excesivas, afectan a la salud de los pacientes y consumen recursos sanitarios.  

 

¿Qué riesgos tienen? 

  • Pueden provocar efectos secundarios o complicaciones. 
  • Generan una cascada terapéutica: una cadena de más pruebas y más tratamientos a menudo evitables. 
  • Representan un coste innecesario para el sistema sanitario. 

 

¿Por qué se hacen? 

Hay muchas razones. Entre las más importantes están las siguientes: 

  • La costumbre, porque siempre se ha hecho así 
  • El miedo a pasar algo por alto.  
  • La presión de los pacientes, que quieren hacerse pruebas o piden tratamientos.  
  • Los intereses comerciales de laboratorios o empresas para obtener beneficios económicos. 

 

Ejemplos de prácticas de bajo valor 

  • Prescribir antibióticos para los resfriados: no son útiles para combatir los virus y tomarlos favorece la resistencia a estos medicamentos. 
  • Prescribir demasiados medicamentos a los ancianos (polimedicación). Esto deteriora la calidad de vida y la salud y eleva el riesgo de efectos nocivos, de ir a urgencias o de ingresar en el hospital. 
  • Hospitalizar a un paciente con una infección leve que se puede tratar en casa. La hospitalización supone exponerlo a infecciones y complicaciones de pruebas, entre otros riesgos. 
  • Hacer un TAC por un dolor de espalda leve sin signos preocupantes, que se podría resolver con medicación y ejercicio físico. Esta prueba implica una radiación igual a la que se aplica cuando se hacen aproximadamente 100 radiografías. 
  • Hacer una gastroscopia cuando el problema digestivo se puede tratar con dieta y medicación. Esta intervención invasiva puede provocar complicaciones como sangrado o perforación, entre otras. 

 

¿Qué puede hacer como paciente? 

  • Hable con su médico o enfermero de referencia. Pregúntele: «¿esta prueba es realmente necesaria? ¿Qué pasa si no la hago? ¿Hay opciones más seguras?» 
  • Revise sus medicamentos. Pregunte si puede dejar algunos o reducir la dosis. 
  • Tome decisiones compartidas. Hacer preguntas no es desconfiar. Hable con su profesional sanitario de referencia sobre sus dudas, valores y preferencias.