Este procedimiento abre la posibilidad de que los pacientes puedan dejar de tomar la medicación anticoagulante oral, que implica controles mensuales de la coagulación de la sangre
El Servicio de Cardiología de Son Espases ha aplicado por primera vez una técnica de cateterismo que permite a los pacientes con arritmias cardíacas persistentes dejar de tomar la medicación anticoagulante
En una misma intervención, el Hospital Universitario Son Espases aplica la técnica del cierre percutáneo de la orejuela izquierda y la técnica de crioablación para corregir la fibrilación auricular y la generación de coágulos en el corazón. Los pacientes con fibrilación auricular tienen más riesgo de presentar formación de coágulos y, consecuentemente, un riesgo cinco veces más alto de sufrir accidentes cerebrovasculares. La zona donde se producen coágulos con más frecuencia —especialmente si se da fibrilación auricular— es en la orejuela izquierda del corazón. Para estos casos, a fin de prevenir accidentes cerebrovasculares, en los pacientes que también padecen fibrilación auricular se ha demostrado como una buena opción el cierre percutáneo de la orejuela izquierda.
Habitualmente, la aplicación del procedimiento de cierre percutáneo de la orejuela izquierda combinado con la técnica de crioablación requería hasta ahora dos procedimientos diferentes, pero el Servicio de Cardiología del Hospital Universitario Son Espases ha conseguido llevar a cabo ambos procedimientos en una misma intervención —con lo que se ahorran tiempo y molestias a los pacientes— y prevé hacerlo de manera rutinaria, siempre que el caso lo requiera. Además, este procedimiento puede permitir a un gran número de pacientes dejar de tomar la medicación anticoagulante oral, que supone la molestia de hacerse controles mensuales de la coagulación de la sangre.
Técnica de cierre de la orejuela izquierda
El cierre de la orejuela se hace sin necesidad de cirugía abierta: se lleva a cabo introduciendo un catéter provisto de una prótesis metálica desplegable que impide la entrada de sangre en esta cavidad del corazón, y así se evita la generación de coágulos sanguíneos y también que circulen por el sistema cardiovascular y lleguen hasta el cerebro. Esta técnica está indicada para los pacientes que necesitan tomar anticoagulantes o tienen problemas con la coagulación de la sangre.
Técnica de crioablación
Previamente a esta técnica —pero, como hemos dicho, dentro del mismo proceso— se aplica la crioablación, que es una técnica avanzada para el tratamiento de las arritmias cardiacas, en que la fuente de energía aplicada es el frío, no el calor, a diferencia del procedimiento convencional efectuado con radiofrecuencia. En el procedimiento de crioablación, la aplicación del frío se consigue introduciendo un balón lleno de óxido nitroso (compuesto químico empleado como fuente de frío) por medio de un catéter a través de la vena femoral (en la ingle). Los electrofisiólogos consiguen hacer llegar este dispositivo hasta la desembocadura de las venas pulmonares en la aurícula izquierda. Una vez que se infla el balón, el óxido nitroso hace que se congele a una temperatura aproximada de -40/-50 ºC. Al ocluir el orificio de la vena se genera una lesión en todo el perímetro interno de la vena pulmonar, que aísla e impide la propagación del impulso eléctrico anómalo.
Hay que destacar que esta técnica se aplica con sedación, pero sin anestesia general, y que la intervención se prolonga durante 3 o 4 horas. Requiere ingreso hospitalario, pero la media de tiempo de estancia es de tan solo 48 horas. Además, después de unos meses y de haber comprobado la buena evolución de las técnicas aplicadas, es posible dejar de tomar la medicación anticoagulante.