Trata con recursos farmacológicos y técnicas diversas todo tipo de dolor crónico que no responde a tratamientos convencionales
La Unidad del Dolor del Hospital Comarcal de Inca cumple este mes el sexto año desde su puesta en marcha. Durante este tiempo, el volumen asistencial que ha desarrollado suma más de 4.000 pacientes atendidos, a lo largo de 14.000 consultas y, entre otros tratamientos, ha efectuado 9.000 infiltraciones.
El objetivo de este servicio —como su mismo nombre indica— es ofrecer atención a pacientes que presentan patologías asociadas a cuadros de dolor, especialmente en los casos en que este padecimiento es agudo y prolongado. Así, la Unidad del Dolor asume la función de aliviarlos, con lo que optimiza su calidad de vida en general y mejora su descanso. Ello ha implicado que este servicio obtenga una valoración muy positiva y un alto grado de reconocimiento de los pacientes a los que atiende.
En las unidades de dolor se trata todo tipo de dolor crónico —de más de tres meses de duración— que no responde a tratamientos convencionales, por medio de numerosos recursos farmacológicos y técnicas. Con ello se pretende que el paciente no sufra una pérdida de su bienestar general por padecer un proceso que curse con dolor crónico y que esta situación no le limite —en la medida de lo posible— llevar una vida normal, tanto en las actividades habituales como para conseguir conciliar el sueño o un descanso reparador.
Al frente de la Unidad del Dolor del Hospital Comarcal de Inca están los doctores Rafael Salazar, jefe del Servicio de Anestesia, y Teresa Ferragut, anestesista del mismo Servicio. Ambos proceden del Hospital General de Mallorca, donde se puso en funcionamiento la primera unidad del dolor de las Islas Baleares, en 1984, y donde desarrollaron un trabajo pionero en este ámbito de la salud. Esta circunstancia favoreció a que, en tan solo dos meses desde su incorporación al Hospital Comarcal de Inca, se crease y empezase a funcionar la Unidad del Dolor en este centro y que, desde entonces, haya experimentado una demanda creciente, lo que a principios de 2010 exigió ampliar el equipo incorporando a la doctora M.ª José de Vicente.
Patologías frecuentes
Las patologías tratadas más a menudo en la Unidad del Dolor han sido estas: lumbalgias (por hernias y protrusiones discales, estenosis de canal, aplastamientos vertebrales, espondilodiscartrosis…); gonalgias y coxalgias; neuralgias de todo tipo (posherpéticas —a las que se aplica un tratamiento exclusivamente hospitalario—, polineuropatías diabéticas, neuralgias del trigémino, cefaleas y migrañas), y dolores miofasciales y de enfermos pendientes de operarse de prótesis (cadera o rodilla) para mitigarles el dolor mientras esperan o, posteriormente, mientras se rehabilitan. Otros pacientes tratados en la Unidad han sido enfermos oncológicos, por lo que en estos casos ha colaborado con los servicios de Oncología y Hematología del Hospital.
Hay que destacar que los profesionales que dirigen la Unidad del Dolor se marcan como prioridad ofrecer la mejor asistencia y minimizar en lo posible el sufrimiento de sus pacientes, lo que supone una actualización constante de conocimientos, métodos y prescripciones a fin de optimizar los resultados de los tratamientos aplicados. Por otro lado, actualmente la Unidad trabaja para ampliar sus prestaciones y establecer colaboraciones con los profesionales responsables de los cuidados paliativos.