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Consulta pos-covid

\ La nueva consulta se puso en marcha en marzo de 2021 y las responsables son la doctora Sílvia Torres y la enfermera Marisa Escobar

\ Los criterios principales de inclusión son haber tenido una neumonía por SARS-CoV-2 con ingreso en UCI o presencia de distrés respiratorio muy grave.

El Área de Salud de Ibiza y Formentera puso en marcha en marzo de este año una consulta dirigida al paciente COVID grave con afectación pulmonar. El Servicio de Neumología quiso responder a una necesidad que se había detectado tras el alta hospitalaria de pacientes que habían padecido neumonías por SARS-CoV-2 y que en su mayoría habían estado ingresados en la UCI por distrés respiratorio muy grave. El distrés es una afección pulmonar potencialmente mortal que impide la llegada de oxígeno suficiente a los pulmones y a la sangre. Con esta consulta se pretendía garantizar un seguimiento correcto de estas personas por parte de equipos especializados.

Las responsables de la nueva consulta de Neumología para paciente COVID son la especialista en Neumología y encargada de la consulta monográfica de fibrosis pulmonar, la doctora Sílvia Torres Forneri, y la enfermera Marisa Escobar Povedano, que tiene una amplia formación y experiencia en neumología.

Los criterios para ser incluidos en la consulta pos-COVID son haber sufrido una neumonía por SARS-CoV-2, con ingreso en la UCI y/o con presencia de distrés respiratorio muy grave, también cuando el paciente presentaba una gran afectación radiológica en el momento de recibir el alta o cuando aún tenía necesidad de oxigenoterapia una vez recibida el alta

En la consulta, el equipo encargado atiende principalmente las secuelas posinflamatorias pulmonares producidas por la COVID-19, que pueden provocar alteraciones funcionales persistentes y que impiden el funcionamiento correcto del aparato respiratorio y, en algunos casos, pueden causar fibrosis pulmonar. Esto se manifiesta principalmente como sensación de ahogo cuando se hace un esfuerzo (disnea de esfuerzo), tos y molestias torácicas.

Al inicio de la consulta se les hacen a los pacientes una tomografía computarizada (TAC) y diferentes pruebas funcionales, como son la prueba de función respiratoria y un test de la marcha. Estas pruebas son clave en la evaluación diagnóstica y en el seguimiento de los pacientes con enfermedades respiratorias.

Hasta el momento, en estos cuatro meses, la consulta ha atendido a cerca de cuarenta personas: 36 ya han sido atendidas y 4 más están citadas para la próxima consulta. El 72 % de estos pacientes son hombres y tienen edades comprendidas entre los 40 y los 70 años. Solo hay diez mujeres en seguimiento en esta consulta. Todos ellos han sido derivados por el Servicio de Medicina Interna al recibir el alta hospitalaria. En su gran mayoría han pasado por la UCI, aunque alguno ha estado grave, pero en planta.

Todos los pacientes atendidos hasta ahora han precisado ingreso hospitalario por COVID-19 con un cuadro clínico moderado-grave y que después de tres meses del alta persisten con alteraciones radiológicas y/o clínicas.

Se excluyen de la consulta pos-COVID los pacientes que presentan la enfermedad todavía activa o que por su complejidad no pueden desplazarse a las consultas de Neumología.

Los principales objetivos de la consulta son evaluar las secuelas a nivel respiratorio que presentan estos pacientes para ofrecerles el tratamiento más oportuno en cada caso, a la vez que se acompaña a los pacientes en su proceso de convalecencia y recuperación, ayudándoles en las gestiones que precisen y resolviendo las dudas que tienen al respecto. Del mismo modo se pretende identificar a aquellas personas que presentarán secuelas a largo plazo, para hacerles un seguimiento estrecho y valorar las opciones de tratamiento que haya en un futuro.

Para la doctora Silvia Torres «a día de hoy, la mayoría de pacientes que hemos atendido son pacientes con estancia en la UCI e ingreso prolongado en el hospital, es decir, son los paciente que han sufrido una COVID más grave y que en su vida hay un antes y un después de la infección. Eso hace que la carga emocional sea muy importante. La buena noticia es que vemos que los pacientes que se van a quedar con secuelas son muy pocos, ya que la mayoría presentan mejoría clínica, radiológica y funcional a los tres meses».

Hasta ahora, seis pacientes ya han recibido el alta de esta consulta. Esto es el alta definitiva de un proceso que ha durado meses.

La enfermera Marisa Escobar destaca que «el paciente llega a esta consulta con una carga emocional muy importante, ha vivido sentimientos de soledad y pérdida y un deterioro funcional grave y brusco. Por otro lado, sus familiares han sentido miedo, impotencia e incertidumbre. En las primeras visitas siempre hay relatos de vivencias muy duras y lágrimas. A pesar de todo esto, pacientes y familiares se muestran muy agradecidos por la atención y sentimos que depositan en nosotras su confianza desde el primer momento. Afortunadamente estamos viendo que se produce mejoría de los síntomas, cada paciente a su ritmo. Es una consulta muy satisfactoria».

Ambas profesionales lanzan un mensaje positivo y de optimismo: «lo principal que estamos viendo y que más nos reconforta es la mejoría que presentan y que ellos mismos aprecian y nos transmiten, y eso les anima a seguir adelante».