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Unidad de atención a la segunda víctima de un evento adverso

La Unidad de Seguridad del Paciente (USP) del Área de Salud de Eivissa y Formentera, dentro del trabajo que realiza para reducir los riesgos inherentes a la atención sanitaria y aumentar la seguridad ha puesto la atención en el paciente durante estos años de actividad. Hasta ahora ha sido el usuario el protagonista del evento adverso, aquel que produce un daño al paciente por el mero hecho de ser atendido en una estructura compleja con procesos técnicos y humanos susceptibles de fallar. Pero para Elena Bustamante, médico del Servicio de Medicina Intensiva y referente de la USP “no hay una sola víctima en un evento adverso, detrás de él hay un profesional sanitario que sufre una importante carga por el hecho de haber producido un daño a un paciente y a estos se les conocen como las segundas víctimas”.

La Unidad de Seguridad del Paciente lleva trabajando medio año, desde que en marzo impulsara la creación de una unidad que diera apoyo a las segundas víctimas. “Apoyo emocional, psicológico, legal, de toda la estructura, que sepa que no está solo” continúa la Dra Bustamante, que coordina U2, la Unidad de Atención a la Segunda Víctima, que el Área de Salud pitiusa pone en marcha desde hoy. “U2 es una iniciativa pionera a nivel nacional es posible por el alto grado de cultura de seguridad del paciente que existe en el Área de Salud de Eivissa y Formentera” explica la Dra Paz Merino, coordinadora de la USP y jefa de la UCI.

U2, es una unidad multidisciplinar formada por seis profesionales preparados para dar apoyo a las segundas víctimas en el que están representados además de la USP, la Unidad de Salud laboral y Prevención de Riesgos, el gabinete jurídico y el servicio de Psiquiatría. Además de la Dra Bustamante, coordinadora, la unidad la componen dos miembros más de la USP, Amparo Gimeno, enfermera de la unidad, e Irene Costa, fisioterapeuta y delegada sindical de SATSE, la coordinadora de Salud Mental del Hospital de Día Psiquiátrico, la psicóloga Silvia Marí Boned, Fuensanta Pardo, enfermera de la Unidad de Prevención de Riesgos laborales y Salud Laboral que también contará con el asesoramiento de Eva Ramos, abogada y jefa del gabinete jurídico del Área de Salud de Eivissa y Formentera.

Elena Bustamante valora que “en principio la actividad de U2 será la de dar soporte a los caso que así lo requieran por la gravedad del incidente o por cómo lo asume el profesional sanitario independientemente de la gravedad”. Los profesionales sanitarios implicados en un evento adverso pueden llegar a presentar los siguientes síntomas frustración, disminución de la satisfacción laboral, enfado, tristeza, dificultad para concentrarse, recuerdos recurrentes, pérdida de confianza, aflicción y remordimiento. Con menor frecuencia también se han apreciado síntomas físicos como fatiga extrema, trastornos del sueño, taquicardia, incremento de la tensión arterial, taquipnea y tensión muscular, además de síntomas psicológicos como pensamientos obsesivos, ansiedad en el trabajo, temor al daño de la reputación, nerviosismo excesivo y evasión del área asistencial. Estos síntomas pueden concluir en depresión, bajas laborales e incluso abandonar la práctica de la profesión sanitaria.